- Por: Miguel Capuñay Reátegui
Según el BCR, el año 2020 será considerado como uno de los peores por la caída estrepitosa de las exportaciones (-15.4% respecto al 2019). Miles de empresas dejaron de exportar y se perdieron, solo en Lima y Callao, 231,195 puestos de trabajo. Las causas fueron múltiples, sin embargo, dos son las más saltantes: la guerra comercial entre EE.UU. y China y la pandemia desatada por el Covid-19.
Dados sus efectos multiplicadores, la recuperación del sector exportador de productos no tradicionales es vital para el desarrollo nacional. Su impacto es clave en la generación de empleos y en dinamizar la economía nacional. Por tales razones, resulta urgente que se implemente un plan reactivador para el sector exportador, cuyos pilares explicaremos líneas abajo:
Miguel Capuñay Reátegui. Abogado de la UNMSM, Jurista en Derecho Internacional por la Universidad Estatal de Kiev, Ucrania, T.G. Shevchenko, Maestro en Docencia para la Educación Superior por la Universidad Andrés Bello, UNAB, de Chile y Doctorando por la Universidad de Buenos Aires, UBA, de Argentina. Docente de la carrera de Administración y Negocios Internacionales. Gerente de 2M PERU CONSULTING SERVICES SAC. con 30 años de experiencia docente en pre y postgrado de la Universidad Continental.
1. Cultura exportadora: Se requiere sensibilizar al empresariado nacional en la necesidad de internacionalizar sus actividades a través de programas virtuales como Miércoles del Exportador, Ruta Exportadora, ADOC Perú y el Programa de Apoyo a la Internacionalización, PAI, dirigidos masivamente a las PYMES y asociaciones de productores con potencial exportador.
Ello servirá para dotar a los empresarios de herramientas de gestión e inteligencia comercial para determinar nuevos mercados, elaborar planes de negocio innovadores definiendo estrategias y así conseguir los mejores términos de negociación sobre Incoterms, pago y entrega de sus mercancías en condiciones de calidad y cantidad establecidos.
2. Oferta exportable innovadora: El acceso a la tecnología así como el wellbeing y la necesidad de proteger el medio ambiente han empoderado a los consumidores a ser cada vez más exigentes. Se requiere, por tanto, disponer que los 46 Centros de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica, CITE, de todo el país capaciten a las pequeñas y medianas empresas en la implementación de programas de I+D+i y obtengan así productos innovadores, con valor agregado, diferenciados y escalables.
En cuanto a alimentos, repotenciar aún más el sector agroexportador con un marco normativo promotor de su competitividad, con una oferta diversificada, orgánica, con buenas prácticas agrícolas y responsabilidad social priorizando el uso de materiales eco amigables contribuyendo así a la protección del medio ambiente.
3. Reactiva exportadora: Es urgente flexibilizar los requisitos para que las empresas exportadoras accedan a SEPYMEX y FOGEM como Programas de Garantía de Créditos y ampliar su cobertura a un mínimo de 70% del crédito pre embarque otorgado. Ello permitiría inyectar capital de trabajo en las PYMES exportadoras y así puedan cumplir sus obligaciones de corto plazo con sus colaboradores y proveedores de bienes y servicios.
4. Diversificación de mercados: A la par de la existencia de una oferta exportable variada, se necesita también diversificar mercados de destino, sobretodo, aquellos que vienen obteniendo eficaces resultados en la lucha contra la pandemia y, por lo tanto, sus flujos de importaciones no se han visto afectados.
Algunos de ellos serían Israel, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Nigeria, Egipto, Rusia, entre otros. Definitivamente, ello requiere recursos para hacer investigación de mercados y diseñar estrategias operativas y logísticas de entrada adecuadas, sin embargo, los beneficios a mediano plazo serían mayores a los costos proyectados.
Sin ir muy lejos, se debería también priorizar mercados ya conocidos con entornos económicos, culturales y sociales similares a los nuestros. Algunos de ellos podrían ser Uruguay, Paraguay, Costa Rica, El Salvador, Panamá, Guatemala, República Dominicana, entre otros y maximizar así los Tratados de Libre Comercio ya suscritos y vigentes con dichos países.
5. Facilitación del comercio exterior: Aquí, es evidente que han habido avances importantes, como el Sistema Anticipado de Despacho, los procedimientos aprobados a través de la Facilitación Aduanera, Seguridad y Transparencia (FAST) y la reciente publicación del Reglamento para acelerar la eficiencia de la cadena logística. Los ejes estratégicos deben ser: mayor digitalización; reducción de costos logísticos y transparencia de los mismos.
Es esencial que se minimicen las barreras de entrada para que se promueva una mayor competencia y así se reduzcan las tarifas por almacenaje. Así mismo, sobre la base de la buena fe y presunción de veracidad, se requiere hacer más ágiles los procedimientos vinculados a la actividad exportadora, inclusive, incrementar la tasa de Drawback a, por lo menos, 5% del valor FOB o ésta se determine en forma escalonada.
6. Priorización de sectores: Sectores tales como agro industria, manufacturas y metal mecánico deberían ser prioritarios en la cadena exportadora. Son intensivos en mano de obra, en recaudación tributaria y en dinamizar la economía nacional y en la medida que los dos últimos retomen la senda de crecimiento, ello impactaría también positivamente en la recuperación del mercado interno.
No obstante, ninguna medida de las arriba planteadas surtirá efecto si es que no mejora el entorno político. El respeto a la independencia de los poderes, Estado de Derecho, Institucionalidad, libertad de empresa y contratación y lucha frontal contra la corrupción deben ser prioridad del nuevo gobierno. Política y empresa no pueden ir por cuerda separada; por el contrario, son el binomio indispensable para lograr el ansiado repunte del sector exportador.
Miguel Capuñay Reátegui
Abogado de la UNMSM, Jurista en Derecho Internacional por la Universidad Estatal de Kiev, Ucrania, T.G. Shevchenko, Maestro en Docencia para la Educación Superior por la Universidad Andrés Bello, UNAB, de Chile y Doctorando por la Universidad de Buenos Aires, UBA, de Argentina. Docente de la carrera de Administración y Negocios Internacionales.
Gerente de 2M PERU CONSULTING SERVICES SAC. con 30 años de experiencia docente en pre y postgrado de la Universidad Continental.